El viernes todos fuimos María José Suárez. Nunca pensé que iba a escribir una frase así porque María José siempre ha optado por hacer gala de un perfil público bajo por no decir lánguido. Pero en el plató de ‘¡De Viernes!’ se plantó con paso firme y pronunció con tal rotundidad un “se acabó” que retumbó hasta en Kuala Lumpur y dejó al trilero de Muñoz Escassi visto para sentencia.
No hay nada como acudir a un plató de televisión sin miedo. Te hace invencible. Y así apareció María José. Segura, contundente e incluso pedagógica cuando la ocasión lo requería. No dejó pasar ni una. Para todo tenía una respuesta creíble, una réplica adecuada. Hasta llegó a aderezar su intervención con comentarios cargados de mala leche y humor cañero. Una delicia. Destrozó la imagen de Escassi sin contemplaciones. Con argumentos. Con datos. Nos hizo ver que su presunta simpatía esconde a un narcisista de manual, un ser carente de empatía porque la que tiene se la guarda para amarse a sí mismo sin contemplaciones.
¿Por qué temen a Escassi?
Cuidado con el testimonio de María José Suárez porque puede provocar un efecto dominó. Muñoz Escassi ha confiado demasiado en su encanto pero intuyo que se le avecina una época complicada. Comportamientos tolerados años atrás hoy se consideran reprochables. Bien haría en no exponerse demasiado durante algún tiempo porque puede salir trasquilado. De todo lo que estos días se ha dicho sobre Muñoz Escassi la frase más aterradora la pronunció Sonia Ferrer, una de sus ex: “¿No os parece sorprenden- te que nadie salga hablando mal de él?”. Y entonces nos preguntamos: ¿No se habla de él por miedo? Y lo que es peor: ¿Por qué le temen? Mientras veía el viernes a María José Suárez pensaba: “Qué gusto poder despacharse así contra un tío que te la ha jugado”. Y entonces empecé yo a pasar revista de los hombres que me han decepcionado y tampoco es que me haya encontrado con muchas ranas en mi vida. Siguiendo con el examen, reconozco que se me da muy mal decirle a alguien que la historia no va a ninguna parte.
Patiño es una gran cómica
Cosas que hago un domingo por la mañana: hablar con María Patiño para que me cuente cómo le fue en la velada de Ibai Llanos. La noto contenta y me alegra porque la quiero muchísimo. No sé a qué están esperando los productores de este país para ofrecerle un papel en una serie de televisión. Quien se decida a picar en esa mina se va a llevar muchas alegrías porque María lleva una gran cómica dentro. No olvidemos que desde pequeña ya tiene elegido su nombre artístico: “Blanca Diva”. Que a mí, qué quieres que te diga María, nunca me ha entusiasmado. Me gusta mucho más “María Patiño”, dónde va a parar. Aprovechamos para intercambiar maldades que jamás podrán salir a la luz aunque nos dejamos muchas en el tintero. Ya tendremos tiempo de pasarlas a limpio el día que quedemos antes de que se largue de vacaciones.
Porque como todo el mundo sabe este año me quedo sin vacaciones gracias a ‘El diario de Jorge’. El cuerpo, que es muy sabio, no me pide este año descanso. Estoy que me muero de ganas por empezar mi nuevo programa. Si me llegan a decir hace algunos meses que iba a aparecer un proyecto que me ilusionara no me lo creo. Y eso que Silvia, mi psicóloga, no paraba de repetírmelo. Pero me costaba hacerle caso porque durante toda mi vida he querido que las cosas sucedieran ayer antes que mañana. Y así no se puede. He tenido que ejercitar la paciencia y confiar en mi poder superior. Otro día escribiré sobre esto aunque sé que hay mucha gente que sabe a qué me refiero.
La mano de Letizia
El domingo por la mañana también pienso un rato sobre Leonor, a la que he visto en varias imágenes durante su primer viaje oficial a Lisboa. Es difícil no reconocer la mano de Letizia en la excelente imagen que tiene la Princesa de Asturias. Es un gusto verla desenvolverse con tanta solvencia en actos institucionales. Se nota su cuidada preparación y su compromiso con el trabajo.
Nada que ver con Victoria Federica, a la que hemos visto promocionando no sé muy bien qué de ‘La casa del dragón’. A ver, la muchacha no tiene ninguna gracia. Y, por ahora, el talento lo debe tener custodiado bajo siete llaves porque no lo ha sacado a pasear. Pero quizás su gracia radique ahí: en no tener ninguna cualidad. En su proverbial incapacidad para enfrentarse a su profesión. Y no es que haga el ridículo. Es mucho peor: es que no hace nada. Angelita. Con lo fácil que sería que acudiera a su tía Letizia para que la ayudara a encontrar su lugar en el mundo. Pero Victoria Federica ha heredado esa legendaria característica de los Borbones que es hacer lo que les salga del papo despreciando la opinión del respetable. Porque si escucharan seguro que serían menos altaneros.
Alcaraz y la Selección
El domingo lo acabo tragándome enterito el fútbol. Ya me había llevado una alegría con Alcaraz y luego acabé con la lágrima a punto cuando el árbitro marcó el final del partido. Estoy muy contento de no ser aficionado al fútbol porque soy un mal espectador: sufro demasiado. Solo veo partidos cuando mi equipo gana. Esta selección me lo ha puesto muy fácil. Menudo nivel. Después del espléndido día que nos han ofrecido los deportistas españoles pienso en Nacho Cano. Es capaz de convocar una rueda de prensa para decir que han ganado aposta para que no se hable de Begoña Gómez.
Artículo original en Lecturas.